Álvaro está estancado; se siente aplastado y quiere levantarse, pero ni siquiera alcanza a discernir cuál es el origen de su angustia. La vida universitaria lo tiene un poco hastiado, pero no, no es su trabajo el problema, no el único al menos. Con su salud algo descuidada, de pronto comienza a reencontrar algunas de sus motivaciones de antaño, y amistades que abandonó tiempo atrás para atarse a una larga relación amorosa, que ya terminó