La película captura la época en que las ideas anarquistas que llegaron con los inmigrantes europeos sacudieron los estamentos de un orden político, económico y social que oprimía a los trabajadores y empujaba a miles de personas a la vida de constante búsqueda de los crotos, detrás de los arduos trabajos que les aseguraran una comida o un lugar donde poder instalarse y pasar la noche en paz, lejos de la persecución policial y la demonización que sufrían, pero también del hogar y sus memorias.