Primero estalló la guerra atómica, fueron fabricadas nuevas máquinas, aparecieron pájaros muertos. En 1999, comenzó una guerra bacteriológica, hubo tormentas de arena y plagas de langostas gigantes; el tejido humano fue transformado y surgió un nuevo ser, antes legendario, ahora real: el vampiro. Solo Robert Neville, el último hombre sobre la Tierra, permanece sin contaminar, viviendo en lucha constante con los nuevos pobladores del planeta.