Carlos Iglesias (Benito en Manos a la obra) regresa a la televisión para dar vida a Lozano, un viejo amigo de Gonzalo, a quién éste recuerda como un triunfador. Sin embargo, el dueño del Casi Ke No se lleva una sorpresa mayúscula cuando ve a Lozano vendiendo mecheros. Gonzalo no puede evitar sentir lástima por él y lo acoge en su casa desoyendo las críticas de Aída y Vero, que consideran al intruso un caradura. Sole tiene otro asunto más grave entre manos. Ha recibido la visita de una amiga que le comunica su decisión de quitarse la vida. La madre de Félix intenta disuadirla y le anuncia, como último recurso, que se suicidará con ella. Mientras, la única obsesión de Carlota y Diana es librarse de su sobrepeso y acuden al mismo gimnasio que Vero, quien por cierto sale con su monitor, papel que interpreta el ex Mister España Jorge Fernández.