Vero se encarga de buscar inquilinos para un piso que el frutero (interpretado por Santi Rodríguez), tiene vacío y quiere alquilar. Pronto da con unos arrendatarios, pero resultan ser negros y esto no le hace ninguna gracia al propietario. Pero el frutero parece olvidar todos sus prejuicios racistas cuando Denilson, jugador del Betis, se interesa por el inmueble. Además, Richard recibe el resultado de unos análisis médicos que le presagian un corto futuro si no toma medidas drásticas en su modo de vida.