Grissom investiga un posible suicidio en una obra. En contra de los deseos del sheriff, Grissom se empeña en dar por buena la teoría de que el suicidio fue en realidad un homicidio, y utiliza teorías de electrocución para dar con el asesino. Mientras tanto, Nick y Catherine se encargan de un caso del que sólo cuentan con unas fibras de angora para seguir las pistas. Un adolescente muere mientras se encontraba en una sesión con su psicóloga, y unos rastros de angora en su ropa interior les hacen creer que la psicóloga le ha estado aplicando métodos de terapia poco convencionales.