España es un país pobre, industrialmente atrasado y corrupto. La proclamación de Alfonso XIII como rey no cambia nada. Sus alianzas con el ejército, la iglesia y las clases altas lo convierten en un rey alejado del pueblo y de sus necesidades. Hay un alto nivel de analfabetismo y de mortalidad infantil, hay hambre y falta de recursos, no hay agua corriente y las enfermedades se expanden con facilidad. Pero en esta España de la escasez nacen inquietudes culturales de la mano de personajes como Dalí o Alberti, aventureros como los pilotos del Plus Ultra que hacen el primer vuelo trasatlántico o ingenieros como De La Cierva y su "Autogiro". La movilización general de los españoles desemboca en la llegada del cambio que se produce con la proclamación de la Segunda República y la voluntad política de modernizar el país.