El cuadro La Libertad guiando al pueblo es un modelo para las representaciones de la revolución. Incluso el propio Eugène Delacroix se sintió abrumado por su fuerza. Desde entonces, ha encarnado todo tipo de rebeliones: el Mayo del 68 para Gérard Fromanger; la oposición china para Yue Minjun; los chalecos amarillos para PBoy; y el anticapitalismo para Gérard Rancinan.