Félix Figueroa tiene aproximadamente 45 años. Su profesión es muy curiosa y atractiva, ya que se trata de un mago. Si bien es un gran profesional y ha alcanzado virtuosismo en el desarrollo de su arte, esto no ha sido acompañado por una prosperidad económica o un éxito publicitario equivalentes. Félix permanece como un oscuro mago de cantina que hace sus shows en un restaurante tradicional de un barrio de Buenos Aires.