El equipo del FBI trabaja para hacer el perfil de un asesino que está matando a personas a lo largo de una autopista. Elige a las víctimas al azar y la Policía local no da abasto para vigilar toda la autopista y vías secundarias. El equipo de Cooper sospecha que el asesino tiene secuestrada a una persona a la que obliga a presenciar los crímenes, pero la situación es aún más sórdida de lo que imaginaban y se ven obligados a rehacer el perfil del asesino.