Percy localiza a los miembros de Supervisión y ordena a sus guardianes que los maten, a menos que Amanda acepte sus demandas. Además, amenaza con introducir un gas mortal en División que mataría a todo el mundo. Nikita debe decidir si salva a los miembros de la agencia a la que quiere destruir. Mientras, Sean pide la ayuda de Nikita, Michael y Álex para salvar a su madre de los guardianes de Percy.