La batalla ha terminado y junto a ello la hora de los dragones para despedirse de los humanos, mientras algunos de los dragon slayer consiguen hablar con sus respectivos padres adoptivos Natsu envuelto en lágrimas lamenta la dolorosa partida de Igneel quien antes de marchar del mundo físico alienta a Natsu a continuar adelante. Ante las cicatrices físicas y emocionales luego de la guerra contra Tártaros, los magos siguen su camino, aunque Makarov toma una decisión que cambiará el rumbo de los miembros de Fairy Tail, especialmente Lucy, quien no sólo debe afrontar la decisión de Makarov sino también la de Natsu y Happy.