Con Vietnam del Sur en el caos, los intransigentes en Hanoi toman la iniciativa y envían tropas de combate al sur, acelerando la insurgencia. Temiendo el colapso de Saigón y que el norte comunista termine dominando Vietnam el presidente Johnson intensifica el compromiso militar de Estados Unidos, autorizando el bombardeo sostenido del norte y el despliegue de tropas terrestres en el sur.