El jurado tiene un regalo para que los aspirantes se sientan más cerca de casa: podrán cocinar con sus parejas un plato tradicional: la tortilla de patatas. Además, los platos serán catados por los comensales más exigentes de sus casas: sus propios hijos. Los exaspirantes de esta cuarta edición vuelven a ponerse el delantal para luchar en la repesca por una nueva oportunidad en el concurso, mientras que los equipos cocinarán platos mediterráneos típicos de la zona, como el salpicón de marisco, arroz con pintarroja, carpaccio de lechola y arroz con verduras. Los aspirantes tendrán que demostrar todo lo que saben en la prueba de eliminación. El jurado les ha preparado un reto con aves: pollo coquelet, faisán, pintada, becada, pichón o tórtola, entre otras.