Irving y Maddie toman grandes decisiones sobre su futuro. Bosch y Edgar, habiendo soportado tragedias inesperadas, comparten una amarga frustración con un sistema que aparentemente les ha fallado. Pero con la audiencia sobre el caso del asesinato de Kent a la mano, cada uno se enfrenta a una opción: dejar las cosas ir, o tomar el asunto en sus propias manos.