Contamos con un experto en lenguaje no verbal para estudiar los perfiles psicológicos de Hillary Clinton y Donald Trump. Clinton tiene una actitud “mesiánica”, comedida y educada, abriendo mucho las manos y señalando, de vez en cuando, a alguien entre el público, en un gesto positivo y de ganadora. Por su parte, el rostro de Trump es más difícil y duro de enfrentar: es alguien que acusa, levantando el dedo de forma incriminatoria. Acaba muchos discursos enfadado, genera agresividad y la esa expresión ruda puede jugarle una mala pasada.