Ana confirma que la muerte de Yakutov fue un nuevo intento de engañarla. El mercenario serbio sigue vivo y la noticia de su asesinato ha sido solo un montaje. Las altas instancias gubernamentales que están detrás de la muerte de la familia de Ana han intentado que la jefa de la brigada de Cazadores deje de buscar a los culpables. Pero Ana, por fin, consigue involucrar a sus compañeros en la captura del criminal Yakutov. Éste se ha refugiado de nuevo en España, consciente de que la gente que le protegía ahora quiere matarle. Ana debe adelantarse y encontrar a Yakutov antes de que lo hagan los responsables últimos del asesinato de su hija.