Una banda de robaperros aterroriza la ciudad en la que están los chicos, así que van a ver al entrenador Buck Masters, cuyo perro está en peligro de ser robado. Los chicos tienen la idea de colocar a Scooby-Doo como señuelo para atrapar a los secuestradores. El plan sale tan bien, que la banda descubre que el líder de los secuestradores aparentemente es el fantasma de un médico brujo, lo que los lleva a investigar a un escalofriante poblado indio. Mientras los chicos son separados por una banda de murciélagos y Vilma pierde sus anteojos, Shaggy y Scooby descubren a los perros que habían sido raptados.