Los restos arqueológicos que confirman una expansión del neolítico desde el Creciente Fértil hasta el Atlántico, en las dos orillas del Mediterráneo, son cada vez mayores. La paleogenética está ayudando a la comprensión del fenómeno y el rescate de pecios, cada vez más antiguos, en aguas marinas y también en lagos, nos está descubriendo un panorama que – en un esbozo – nos presenta interesantes movimientos de población. En esta entrega de Arqueomanía nos hemos desplazado hasta Croacia, hasta Dalmacia y la Isla de Korcula, para conocer la expansión del neolítico en los Balcanes. Y no sólo eso: hemos rodado la primera calzada neolítica sumergida que se conoce en el mundo. Croacia nos dejó ante los primeros consumidores de leche y queso, ante el origen del un comportamiento alimentario que cambió la humanidad para siempre. La península ibérica, con nuevos yacimientos en Andalucía y las migraciones al otro lado del Estrecho de Gibraltar completan un capítulo esencial.