Luisita y Amelia tratan de olvidar lo sufrido por vivir en una sociedad retrógrada y solo miran al futuro con la ilusión de vivir juntas, pero los sueños de Amelia condicionan a la pareja. La joven vedette se ve obligada a esconder su condición sexual para poder triunfar en el mundo del espectáculo, algo que hace sentirse a Luisita muy humillada. La relación empieza a resquebrajarse entre la pareja hasta que llegó París y tuvieron que elegir entre el amor o perseguir sus sueños.