El psicólogo le dice a Carlota que deben finalizar sus sesiones porque se siente atraído por ella y le propone salir a cenar juntos. Carlota se va de la sesión y olvida la cartera, que Gonzalo reconoce al entrar. Gonzalo intenta adivinar qué ha contado la dueña de la cartera al psicólogo, pero el especialista no suelta prenda.