La presencia de jabalíes que campan a sus anchas en pueblos y ciudades ha dejado de ser una anécdota para convertirse en un problema. Son omnívoros y se han acostumbrado rápidamente al acceso de comida fácil. Están criando antes del ciclo natural. La superpoblación de jabalíes es directamente proporcional a la desaparición de su depredador natural, el lobo. Sin él se pierde el equilibrio y el sistema deja de regularse.