Nos trasladamos a Buñol, Valencia, en compañía de Máximo Huerta. El escritor y periodista nos abre las puertas de su infancia, marcada por el rechazo y una relación muy complicada con su padre ya fallecido. El viaje inicia en su antiguo colegio, San Luis, donde Máximo revive los días de su niñez. Al adentrarse en el gimnasio, recuerda los momentos difíciles a los que se enfrentó al sentirse excluido por sus compañeros. Máximo en su aula, revive sus experiencias y encuentra a su profesor, don Melchor, la figura crucial que lo inspiró a iniciar su camino en la escritura. Al salir del colegio, Máximo y Albert exploran una acequia tal y como hacía Máximo al salir del colegio en los años ochenta. El camino continúa y se encuentran con las amigas que fueron su primer apoyo, compañeras de risas y recuerdos mientras exploran álbumes de fotos antiguas.