María sueña que los ángeles le dicen que para poder llegar al corazón de Albertano debe ganarse con humildad el corazón de su madre Doña Lucha, el sueño es interrumpido por el barullo del tianguis de los martes al que María acude cada semana a comerse un tlacoyo de masa azul. Albertano quien acompaña a su madre al tianguis se separa para ver los peces de un acuario y se encuentran con María, éste le agradece amablemente el haberle salvado la vida en el incidente de la fuga de gas y en un intercambio de halagos y agradecimiento Albertano sin darse cuenta invita María a comer , lo cual la pone feliz ya que ve en ello la oportunidad de ganarse a la familia de Albertano y trabajar su humildad. En el almacén de Don Carmelo deciden cambiar los candados por un sistema de seguridad muy sofisticado con un código terminado en 5-8-0 y con una tecnología que rebasa a Carmelito, quien por equivocación acciona el sistema de seguridad quedándose junto con Betsabé y Delfino encerrados en la bodega, usando códigos de 7-8-0-9 2-5-6-8 y 4-5-6-3. María llega a casa de Doña Lucha con un gran plato de chiles en nogada muy bien decorados, esto despierta un sentimiento de competencia en Doña Lucha, quien hará un esfuerzo por contener el enojo, ya que María tratando de quedar bien se mete hasta la cocina, desatándose una batalla campal durante la comida. Mientras tanto en los almacenes Don carmelo activa por accidente el sistema contra incendio usando el código 0-9-6-3.