Al fin, Seiya acepta como aliados a Elulu y Mash, pero ante el bajo nivel de ambos, decide regresar al Reino Celestial y dejarlos entrenando junto a Cerceus y Hestiaca, la Diosa del Fuego. Por su parte, Seiya comienza a entrenar con la Diosa Adenela, con el fin de aprender su técnica secreta, la Espada Eterna.