El interior de Madagascar es seco y montañoso, y los bosques que allí crecen pierden sus hojas durante la estación seca, salvo los que se refugian en estrechos cañones erosionados por los ríos. Estos bosques albergan lémures de cola anillada, cuervos piadosos, varias especies de tenrec y camaleones únicos que soportan las duras condiciones ambientales.